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Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal

Población consume casi el doble de la porción recomendada por la Organización Mundial de la Salud

Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal

Tatiana Salazar

tatiana.salazarvalenciano@ucr.ac.cr

Marzo 2022

Facultad de medicina

Bajo el lema: ¡Sacudiendo el hábito de la sal!, la Organización Mundial de la Salud conmemora del 14 al 20 de marzo la Semana Mundial de Sensibilización sobre la Sal. El objetivo de esta semana es concientizar sobre el consumo excesivo de sal y su impacto en la salud, especialmente en la salud cardiovascular.

La sal se compone de cerca de un 40% de sodio y este es el que da problemas al consumir más de lo recomendado. Se ha identificado una fuerte relación entre el sodio que se consume y los efectos en la salud arterial. Por ello, la mejor recomendación es disminuir el consumo de sal para así bajar los niveles de sodio.

El sodio es prácticamente ubicuo, lo encontramos en todos los alimentos en menor o mayor medida. Además, el sodio se encuentra de forma natural en la mayoría de los alimentos, ya que juega roles fundamentales en el funcionamiento de organismos animales y vegetales. También se utiliza en la industria de alimentos, pues tiene aplicaciones como preservante y para mejorar la palatabilidad de los productos alimenticios”, comentó Emmanuel Delgado, profesor de la Escuela de Nutrición.

Además, el sodio es un micronutriente esencial para el organismo en diversos procesos fisiológicos del cuerpo humano: ayuda a mantener el cuerpo hidratado, a la relajación muscular y colabora en la transmisión de los impulsos nerviosos, pero su consumo en exceso está asociado a efectos adversos.

De acuerdo con datos del Plan Nacional de Reducción del Consumo de Sodio y Sal para la Población de Costa Rica 2011-2021, desde 1970 las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte (33%), tanto en hombres como en mujeres mayores de 30 años en el país.

“Actualmente, el consumo de sal en nuestro país ronda los 11.3 gramos por día, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud. Esto es más del doble de la cantidad recomendada al día. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo de 5 gramos al día”, comentó Delgado.

Su consumo en exceso está ligado a un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, generando un mayor riesgo e incidencia de ataques cardíacos, infartos y otras enfermedades cardiovasculares.

La sal, o más específico el sodio que consumimos de ella a diario, proviene de productos envasados o procesados, salsas, las comidas fuera de la casa, pan y productos de panadería , la sal del salero, entre otros.

Según la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, el gusto habituado que se tiene por el consumo de sal se origina desde la infancia. Por lo que representa una oportunidad para adecuar los hábitos de consumo y la preparación de los alimentos.

Tampoco es sorpresa que tengamos un gusto por la sal. Esto es en parte herencia de nuestros ancestros y una respuesta también a nuestro entorno. Existe un umbral de tolerancia hacia lo salado: a mayor exposición, mayor estímulo necesitamos para lograr alcanzar la misma satisfacción”, explicó Delgado.

Parte de estos cambios pueden darse incluyendo en las preparaciones hierbas aromáticas, cebolla, el ajo, el limón, la pimienta, albahaca, perejil, orégano y la mostaza en polvo agregan y realzan sabores. Asimismo, se recomienda priorizar el consumo de frutas y vegetales frescos sobre aquellos enlatados, ya que la mayoría de enlatados utilizan alguna forma de sodio para preservar los alimentos por mucho tiempo.

Además, la OMS añade a sus recomendaciones para regular el consumo de sal la implementación del etiquetado frontal de los envases para proporcionar información fácil de leer y de entender para los consumidores. Es decir, con información clara al consumidor acerca del contenido de sodio de los alimentos envasados

“La lectura de etiquetas es una herramienta útil, pues nos ayuda a conocer la cantidad de sodio que nos aporta un producto por porción. Como regla general, decimos que un producto tiene una cantidad alta de sodio, cuando aporta más de 140 miligramos por porción”, añadió Delgado.

También , la OMS propone la reformulación de productos alimenticios para que contengan menos sal/sodio y el establecimiento de niveles objetivo para el contenido de sal/sodio en alimentos y comidas.

La reducción del consumo de sal/sodio es una de las intervenciones más costo efectivas para prevenir  la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.


 

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